En los últimos años, se vienen dando diversas modificaciones a la arquitectura o diseño del mercado eléctrico peruano, a fin de que el mercado funcione de manera eficiente, impulsándose la mayor competencia en el segmento de la generación. Si bien se ha dado también un impulso a la reconfiguración del parque generador a través del mayor uso del gas, aún está pendiente profundizar el uso de tecnologías alternativas, entre las que destaca la basada en energía eólica.
Cabe destacar que la energía eólica a nivel mundial aún es poco difundida, pero es la de mayor dinamismo (la capacidad instalada global al año ha crecido en cerca de 30% en los últimos años), emergiendo como una posibilidad real ante el crecimiento inusitado de la demanda y las mayores preocupaciones ambientales por combatir el cambio climático global.
Mercado peruano
Según la Organización Mundial de Meteorología, el Perú posee 28 de los 32 climas del mundo apropiados para la generación de energía eólica, teniendo un potencial importante para el desarrollo de dicha generación, la que aún no ha sido difundida, entre otros aspectos, por la existencia de energía de menor costo como la hidráulica. Sólo en el litoral peruano, el potencial eólico probable no aprovechado es de 65,152 MW, exceptuando Lima.
Si bien se cuenta con limitantes en cuanto a información precisa acerca de los recursos eólicos disponibles, se han identificado como zonas de importancia a San Juan de Marcona, Laguna Grande, y Paracas en Ica; El Ayro y Punta de Coles en Moquegua; Yasila, Paita, y Talara en Piura; Malabrigo y Trujillo en La Libertad; Chiclayo en Lambayeque, Punta de Atico en Arequipa; y Chimbote en Ancash.
El Perú tiene gran parte de su territorio aislado de los sistemas de suministro de energía eléctrica convencional (hidráulica y térmica). Aun en las regiones que se consideran adecuadamente abastecidas existe una significativa población rural sin acceso al recurso ni perspectivas de contar con el suministro de energía eléctrica a corto o mediano plazo.
En este sentido, el principal uso de la energía eólica es la interconexión con la red nacional de electricidad. Sin embargo falta mejorar el marco legal y normativo del sector orientada a incentivar la actividad en este campo, y existe una pobre información y documentación diseminada, registros poco confiables, reducida población profesional con las competencias necesarias para el desarrollo en el campo y poca promoción de dichas tecnologías en la población.
Dentro de la cadena de valor de la industria eólica, juega un papel preponderante el desarrollo tecnológico para el diseño y fabricación de los aerogeneradores, los cuales representan el 70% de la inversión dentro de las actividades primarias y el 34% de empleabilidad, con el 28% de la fuerza laboral ocupada en su mantenimiento.
La rentabilidad de los proyectos que utilizan la energía eólica en mediana y gran escala se verá reflejada en cuanto el Estado reglamente los incentivos, el sistema tarifario de las energías renovales no convencionales y los beneficios a los operadores que quieran invertir. Asimismo, se debe de considerar ingresos o beneficios por la venta de TM de CO2 reducidos (negocio de carbono), las cuales ya están vigentes en otros países, y que pueden dar paso a la competencia con las otras fuentes convencionales.
El reto de incrementar la competitividad de la energía eólica para alcanzar costos de generación de energía menores a los de generadores con diésel, mediante la participación del Estado con políticas de promoción, aprovechamiento de la tecnología y fuentes de financiamiento no es nuevo. Actualmente por lo menos 48 países cuentan con algún tipo de promoción de energía renovable, en 30 (la mayoría países de la Unión Europea) existen algún tipo de subsidio y en 32 hay incentivos tributarios y créditos de promoción.
Las políticas de energía renovable determinan objetivos y metas concretas de participación dentro de la matriz energética. Un buen ejemplo son los países de Europa, donde se ha fijado el porcentaje de electrificación con energía renovable a alcanzar al 2010 (al igual que en por lo menos 45 países del mundo incluyéndose 10 en vías en desarrollo). En este sentido, posicionar la energía eólica como alternativa viable para contribuir a al diversificación de la matriz energética resulta estratégico, siendo necesarias la fijación de metas objetivas y claras de en cuanto a capacidad instalada.
Basado en el libro “Energía Eólica en Perú”, Enrique Baldovino, Guillermo Ramos y Víctor Calderón. CENTRUM Católica.
Fuente: CENTRUM Al Dia
